martes, 3 de junio de 2014

Adaslfjalsñk día raro...3/6/14

23:21: estoy aburrida en casa, esperando que Ana me conteste los mensajes, cosa que demorará bastante en suceder. 
    Hoy he salido de mi casa a las 7 am y he vuelto a las 18: 15 en todas esas horas no he pasado por casa, comenzando la rutina con las clases de portugués, seguido de 40 minutos aproximadamente de ejercicio, luego un poco de lectura y charla con el chico que estaba haciendo ejercicio junto a mi, que por cierto me ha caído muy bien y nos seguimos escribiendo por facebook hoy en la tarde, luego tuve médico (psicóloga) he almorzado allí y he salido rumbo a mi liceo caminando son alrededor de 15 cuadras en repecho, cosa que yo había olvidado sino no me hubiera ido caminando. 
    Las dos horas de geografía que tuve me las pase recostada sobre el banco sin hacer absolutamente nada ya que tenía un dolor detrás de los ojos que no podía aguantar, luego se me pasó y comencé a leer un libro llamado "once minutos" de paulo coelho, era el mismo libro que estuve leyendo en la mañana, vino la profesorade c. físicas y estuve toda la clase leyendo ya que había olvidado mis cuadernos en casa. 
    Lalala pasó el tiempo, entonces tuvimos una hora libre que también pasé leyendo, y luego una hora de historia y yo seguía con mi libro.
    Tocó el timbre de salida y me fui a tomar el bus, apareció un compañero de clase llamado Nahuel, que me dijo, vamos a comer algo, yo encantada acepté, esto no será para nada como se lo han imaginado, fuimos a la panaderia que hay a menos de media cuadra y estuvimos viendo que comprar y al final compré tres trufas para mi ya que el no quería, fue muy épico, nos sentamos en las mesas de la panadería y empezó a bromear conque veía a una niña parada a mi lado, que por lo que decía él era un espectro, y me empezó a poner incómoda automáticamente, de todas formas al rato me convencí que era broma y me tranquilicé, el me confirmó que era broma y seguimos charlando unos minutos más hasta que se fue, y en ese minuto vino mi ómnibus y me fui, me senté al lado de una chica que a mi parecer me había saludado ella estaba leyendo, al rato le pregunté si me conocía de algún sitio y dijo que no, me miró varias veces seguramente yo lo estaba malinterpretando, quizá ni siquiera me estaba mirando a mi o quizá si, no importa mis ojos no estan en ella.Comencé a leer y ella miraba mi libro intentando desifrar alguna frase para ver de que se trataba. 
    A una parada para bajarme le pregunté que leía me lo dijo y ya lo olvidé :3.
    Llegué a mi casa, y mi madre me hizo salir corriendo al médico porque tenía consulta y se le habia olvidado avisarme. Fuimos leí coelho, y volvimos. Y bueno ahora este rato he estado en la computadora y ahora aquí. 
    No sé porque os escribo de mi día si se que probablemente no les importa, el tema es que me quedo sin temas generales y os cuento estas cosillas. Si no quieren avisadme que os juro que cambiaré los temas:3 
Gracias a quien sea que me lea :3

sábado, 24 de mayo de 2014

Día de bajón y stress : 25/5/14

Hola hoy como hacía mucho tiempo que no entraba a mis blogs, entré, me conmocioné un poco al ver que aún hay gente que entra a este sitio, lo he abandonado por falta de visitas, pero mientras entre al menos una persona diariamente me conformo. Os contaré un poco de lo que he hecho hoy: me he levantado media hora después de lo que había planeado para irme al liceo, por suerte luego de bañarme desayunar arreglarme etc, he logrado cojer el bus, pensé que no lo haría. Llegé a mi liceo y una multitud de gente me conmocionó, no sabía por qué habían tantas personas hasta que recordé algo llamado "mundialito" que se inauguraba hoy. Estuve sola un rato y luego me junté con una conocida, nos quedamos conversando de temas variados como por dos horas hasta que nos enteramos que ese día no tendríamos clases y nos fuimos al centro en bus, a todo eso eran las 11 am y yo a las 13 tenía clase de órgano, Sofía mi conocida no quería acompañarme durante esas dos horas, traté de convencerla pero no pude, le compré un pancho y luego un helado que no terminó porque "se tenía que ir" me quedé sola en una heladeria con un helado gigante lleno de cerezas y crema chantilly, me sentí ansiosa y deprimida, mientras comía helado y esperaba que pasaran los minutos, que parecían horas. Terminé adelantándole una hora a mi celular porque así tendría de excusa con la profesora que yo ya tenía que eran las 13 cuando eran las 12, llegé al salón de clase para ver si me podían dar clases a esa hora y no era posible, quería morir faltaba una hora para que yo comenzara con mi clase, que haría ahí? me senté y tomé una sopa que había llevado en un termo como almuerzo, esperaba y esperaba, traté de convencer a mi profesora de que me dejará tocar a esa hora y completar la clase pero no hubo forma, fue horrible, estaba ansiosa, cansada y con frío.  Cuando por fin se hicieron las 13 de la tarde comencé a tocar el órgano y repasando las partituras que tenía de este año, me di cuenta de que necesitaba partituras nuevas, la profesora me dió el típico "felíz cumpleaños" para tocar el cual logré luego de mucho esfuerzo y aún le faltan algunos retoques. Cumplí mi hora y me retiré, caminé rumbo hacia la parada de ómnibus que pasaría en aproximadamente media hora, y vi que unas chicas que iban conmigo a la primaria estaban esperando el mismo ómnibus que yo, primero les saludé de lejos y me quedé allí, luego me acerqué y entre risas e idioteces completamos la media hora, pasó el ómnibus lo cojimos y fui la primera en bajar. He llegado a casa la comida está lista tengo hambre, era en lo que pensaba, me sentía culpable por el helado y el pancho que había comido pero bueno, mis penas eran mayores y quería comer. Lo hize comí hasta que me llené, luego me fui un rato a la pc y luego a lo de mi prima que vive al fondo de mi casa, para preguntarle si podía ir en un rato, me dijo que sí, pasé allí desde las 16 horas hasta las 22 sólo vine a casa a merendar y buscar todo mi maquillaje, que organizaría en una caja en la casa de Agustina (mi prima) puse todo mi maquillaje sobre la mesa y ambas quedamos asombradas de la cantidad enorme que tenía, lo organizé de forma genial y les tomé unas fotos, que luego subiré a las redes sociales, tejí un poco junto a mi prima, el tejido de dos agujas con el que se hacen buzos bufandas etc... Me encanta tejer desde que tengo 6 años que fue cuando aprendí y bueno tejí toda la madeja y luego se lo di a Agustina para que lo deshiciera, lo deshizo y me retiré hacia mi casa porque ya era tarde, cené un  buen plato de tallarines porque estaba ansiosa, y ahora estoy aquí, antes de esto me había dado un ataque de ansiedad y quería cortarme los brazos de una forma escandalosa, pero para mi desgracia no encontré la navaja, lo intenté con un sacapuntas, unas tijeras e incluso una cuchilla pero todas estas técinas no dieron resultado. Dí vuelta mi cuarto buscando alguna de mis dos navajas pero nada, cuando quise acordar se me dió por fijarme en el desorden de papeles de mi madre y ahí estaba la navaja amarilla que tanto amaba... No quise cortarme estando en la pc, asi que ahora tengo a mi lado la navaja, mi padre me mandó a dormir cuando empecé a escribir este texto pero aquí estoy aún deseando que no se despierte, ahora me iré a acostar y daré lugar a mi "ritual" donde escucharé canciones deprimentes, seguramente, y también de Marilyn Manson, mientras me corto los brazos. Mañana sabrán más de esta noche maravillosa, para mí almenos. Adiós.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Confesiones!!!

Hoola podrán hacerme todas las preguntas que quieran, sólo 10 por persona en realidad ... dkfjañjfs. 
Las contestaré todas en otra publicación que se llamará "respuesta a confesiones".

jueves, 5 de septiembre de 2013

Bulimia...


Bulimia


La Bulimia o Bulimia nerviosa es un trastorno alimentario y psicológico caracterizado por la adopción de conductas en las cuales el individuo se aleja de las pautas de alimentación saludables consumiendo comida en exceso en períodos de tiempo muy cortos, también llamados atracones (lo que le genera una sensación temporal de bienestar), para después buscar o eliminar el exceso de alimento a través de vómitos o laxantes. El temor a engordar afecta directamente a los sentimientos y emociones del enfermo, influyendo de esta manera en su estado anímico que en poco tiempo desembocará en problemas depresivos.

Etimología 


La palabra bulimia procede del latín būlīmia, que a su vez proviene del griego βουλῑμια (boulīmia), que se compone de βούς (bous), buey y λῑμος (līmos), hambre y significa hambre en exceso o hambre de buey.
El término Bulimia Nervosa fue nombrado y descrito por primera vez por el psiquiatra británico Gerald Russell en 1979.

Epidemiología

La población en riesgo está formada sobre todo por mujeres de cualquier clase social en países industrializados como los Estados Unidos, América Latina en general, la Unión Europea, Canadá, Australia, Japón, Nueva Zelanda y Sudáfrica.
La bulimia nerviosa se inicia generalmente en la adolescencia o al principio de la vida adulta; generalmente en las mujeres (por cada 10 casos solo uno es un hombre). Los atracones suelen empezar después o durante un periodo de régimen dietético.
Otra de las causas es la presión sociocultural ocupa un importante lugar; que induce a adolescentes a alcanzar un cuerpo delgado y esbelto. Esto se puede ver evidenciado en por ejemplo comerciales donde aparecen mujeres de esbeltas figuras, o la moda textil en donde pareciera que sólo se fabrica ropa para personas muy delgadas. Por lo general esta enfermedad se da en adolescentes con problemas en su autoestima, es decir dependen de alguien ya sea un familiar o par, muchas veces al perder esta autonomía, la persona la compensa con un control excesivo de la dieta.
La tasa de mortalidad se sitúa en un 5%. Un estudio indica que el 20% de las mujeres con bulimia siguen luchando contra el trastorno después de diez años.

Cuadro clínico


Una de sus características esenciales consiste en que la persona sufre episodios de atracones compulsivos, seguidos de un gran sentimiento de culpabilidad, sensación de angustia y pérdida de control mental por haber comido en "exceso". Suele alternarse con episodios de ayuno o de muy poca ingesta de alimentos, pero al poco tiempo vuelven a surgir episodios de ingestas compulsivas.
Un atracón consiste en ingerir en un tiempo inferior a dos horas una cantidad de comida muy superior a la que la mayoría de individuos comerían.
Otra característica esencial de este trastorno la constituyen las conductas compensatorias inapropiadas para evitar la ganancia de peso. Muchos individuos usan diferentes medios para intentar compensar los atracones: el más habitual es la provocación del vómito. Este método de purga (patrones cíclicos de ingestión excesiva de alimentos y purgas) lo emplean el 80-90 por ciento de los sujetos que acuden a centros clínicos para recibir tratamiento. Los efectos inmediatos de vomitar consisten en la desaparición inmediata del malestar físico y la disminución del miedo a ganar peso. Otras conductas de purga son: el uso excesivo de laxantes y de diuréticos, enemas, realización de ejercicio físico muy intenso y ayuno.
Algunos ejemplos de estas conductas no saludables son vomitar, abusar de laxantes y diuréticos, usar saunas o baños calientes para perder liquido corporal, hacer ejercicio excesivo, fumar para saciar el apetito, restringir o evitar alimentos, tomar pastillas para adelgazar y restringir el consumo de líquidos. Estos trastornos alimentarios y otras conductas para perder peso pueden causar problemas de salud a corto o largo plazo tales como erosión dental, deficiencias nutricionales, irregularidades menstruales, baja densidad ósea, deshidratación y estrés por calor

 Tratamiento


El tratamiento resulta más eficaz en las primeras fases del desarrollo de este trastorno pero, dado que la bulimia suele esconderse fácilmente, el diagnóstico y el tratamiento no suelen presentarse sólo hasta que este problema ya se ha convertido en un ingrediente permanente en la vida del paciente.
En el pasado, las personas con bulimia eran hospitalizadas con objeto de poner fin al patrón de atracones y purgas, y se le daba de alta en cuanto los síntomas habían desaparecido. Pero este procedimiento ya no es frecuente hoy en día, dado que de esa manera sólo se ponía atención a lo más superficial del problema y, poco después, cuando los síntomas volvían, lo hacían con una intensidad mucho mayor.
Varios centros de tratamiento en instituciones (internamiento) ofrecen apoyo a largo plazo, consejería e interrupción de los síntomas. La forma más común de tratamiento actualmente incluye terapia de grupo psicoterapia o terapia cognitivo-conductual. Las personas con anorexia o con bulimia suelen recibir el mismo tipo de tratamiento y formar parte de los mismos grupos de tratamiento. Esto se debe a que, en muchos casos, los pacientes padecen de ambas enfermedades de manera simultánea. Algunos denominan a este fenómeno "intercambio de síntomas". Estas formas de terapia se centran tanto en los síntomas que llevan al individuo a presentar estos comportamientos, como en los síntomas relacionados con la alimentación. Además los psiquiatras suelen recetar antidepresivos o antipsicóticos. Los antidepresivos se presentan en diferentes formas, y el que ha mostrado resultados más prometedores es la fluoxetina.
Los antipsicóticos no se utilizan, aquí, en dosis menores que las que se aplican a los casos con esquizofrenia. Con un trastorno de la alimentación, el paciente percibe la realidad de otra manera y tiene grandes dificultades para comprender qué significa comer en condiciones "normales". Desafortunadamente aún no se sabe cuáles serán los resultados a largo plazo de los tratamientos que han venido aplicándose a muchos pacientes con este problema. Por lo pronto, las investigaciones más recientes indican que un 30 por ciento de los pacientes recaen rápidamente, mientras que el 40 por ciento presentan síntomas crónicos.
La prontitud del tratamiento es uno de los factores más importantes para mejorar el pronóstico. Aquellas personas que lo reciban en las primeras fases del trastorno, tendrán una recuperación mejor y más permanente.
La doctora Sabine Naessén, del Instituto Karolinska, descubrió que algunas mujeres con este padecimiento tienen también un desequilibrio hormonal que consiste en la sobreproducción de testosterona (la hormona que, aunque también está presente en el cuerpo femenino, predomina en el organismo de todo varón), y que, para tratarlas, el uso de una píldora anticonceptiva que contiene estrógenos da como resultado la reducción de los síntomas de la bulimia. Por supuesto, hacen falta más estudios para determinar la eficacia de este tipo de tratamiento. Solo es posible recuperarse de esta enfermedad si la persona en cuestión toma la decisión de luchar y cambiar (se trata de una enfermedad mental).

 Pronóstico

 Los trastornos en la alimentación presentan una de las tasas de mortalidad más altas dentro del grupo de los trastornos mentales. Se sabe relativamente poco acerca de los efectos o consecuencias a largo plazo de la bulimia. Las investigaciones más recientes sugieren que el pronóstico es diverso. La bulimia puede presentarse como un padecimiento a largo plazo, fluctuante durante muchos años, o bien como un problema de salud episódico, precipitándose en función de los eventos y crisis de la vida de quien la padece. A corto plazo, algunos informes médicos sugieren que hay una mejoría del 50 por ciento en el comportamiento (en los atracones y en las purgas) en aquellos pacientes que pueden comprometerse con un tratamiento. Aún no han podido identificarse factores consistentes que permitan predecir el resultado del tratamiento. Sin embargo, la gravedad de las secuelas de las purgas puede ser un indicador importante del pronóstico; los desequilibrios electrolíticos, la esofagitis y la hiperamilasemia reflejan el hecho de que las purgas fueron más graves, y quizá generarán un pronóstico más desalentador. En casos graves, la persona puede fallecer como consecuencia de un atracón muy grave, o incluso puede suicidarse. En muchas ocasiones el enfermo presenta síntomas como ansiedad y suele ingerir ansiolíticos excesivamente para revertir el síntoma.














lunes, 2 de septiembre de 2013

Cortarse...

La madre de Emma se dio cuenta de que su hija tenia un corte una noche en que la joven estaba lavando la vajilla. Emma le dijo a su madre que el gato la había arañado. A su madre pareció sorprenderle que el gato hubiera sido tan agresivo con su hija, pero no le dio más vueltas al tema.
Las amigas de Emma también habían notado algo extraño. Incluso cuando hacía calor, Emma usaba camisas de manga larga. Además, se había vuelto muy reservada, como si hubiera algo que le preocupara. Pero Emma parecía no poder encontrar las palabras para contarle a su madre o a sus amigas que las marcas que tenía en los brazos eran producto de algo que ella se había hecho. Se cortaba con una navaja cuando estaba triste o disgustada.
Lastimarse a propósito haciéndose rasguños o cortes en el cuerpo con un objeto lo suficientemente afilado para rasgar la piel y hacerla sangrar se denomina cortarse. Cortarse es un tipo de conducta autolesiva. La mayoría de jóvenes que se cortan son de sexo femenino, pero los chicos también cometen conductas autolesivas. Las personas se suelen empezar a cortar en la adolescencia. Y algunas siguen haciéndolo en la etapa adulta.
Las personas suelen hacerse cortes en las muñecas, los brazos, las piernas o el vientre. Algunas personas se autolesionan quemándose la piel con cigarrillos o fósforos encendidos.
Cuando los cortes o las quemaduras se curan, suelen dejar cicatrices o marcas. Las personas que se autolesionan suelen ocultar los cortes y las marcas que se infligen y a veces lo mantienen en secreto.

¿Por qué se corta la gente?

Puede resultar difícil entender por qué las personas se cortan a propósito. Cortarse es una forma en que algunas personas tratan de afrontar el dolor que les provocan las emociones fuertes, la presión intensa o los problemas relacionales importantes. Es posible que tengan que afrontar sentimientos que les parezcan demasiado difíciles de sobrellevar o situaciones negativas que crean que es imposible cambiar.
Algunas personas se cortan porque necesitan desesperadamente librarse de sentimientos negativos. Es posible que no conozcan mejores maneras de liberarse de la presión o del dolor emocional. Otras personas se cortan para expresar emociones fuertes, como la rabia, la pena, el rechazo, la desesperación, la intensa nostalgia o el vacío.
Existen muchas otras formas de afrontar las dificultades, incluso los problemas importantes y el terrible dolor emocional. Puede ser necesario acudir a un profesional de la salud mental cuando se tienen graves problemas vitales o se experimentan emociones insoportables. Cuando se atraviesan situaciones difíciles y/o se experimentan fuertes emociones, puede ayudar mucho poner las cosas en perspectiva hablando sobre los problemas con los padres, otros adultos o los amigos. Hacer abundante ejercicio también ayuda a poner los problemas en perspectiva y a equilibrar las emociones.
Pero las personas que se cortan no han desarrollado formas saludables de afrontar las cosas. O sus habilidades de afrontamiento sucumben ante unas emociones excesivamente intensas. Cuando las emociones no se expresan de una forma saludable, se acrecienta la tensión, a veces hasta un punto en que parece insoportable. Cortarse puede ser un intento de aliviar esa tensión extrema. Para algunas personas, parece ser una forma de sentir que tienen el control.
El impulso de cortarse puede estar desencadenado por emociones intensas que la persona no es capaz de expresar, como la rabia, la pena, la vergüenza, la frustración o la alienación. Las personas que se cortan a veces dicen que sienten que no encajan en ningún sitio o que nadie las comprende. Una persona puede cortarse por perder a un ser querido o bien para escapar de una sensación de vacío. Cortarse puede parecer la única forma de encontrar alivio o de expresar el dolor personal con motivo de un problema relacional, como el rechazo.
A veces, las personas que se cortan o se autolesionan tienen otros problemas mentales que contribuyen a su tensión emocional. En ocasiones (pero no siempre), cortarse es un fenómeno asociado a la depresión, el trastorno bipolar, los trastornos de la conducta alimentaria, el pensamiento obsesivo o el comportamiento compulsivo. También puede ser un signo de problemas mentales que hacen que a las personas les cueste controlar sus impulsos o asuman riesgos innecesarios. Algunas personas que se cortan tienen problemas con el alcohol o las drogas.
Algunas personas que se cortan han sufrido experiencias traumáticas, como abuso, violencia doméstica o catástrofes. Las conductas autolesivas pueden sentirse como una forma de "despertar" de la sensación de anestesia o imperturbabilidad consecuente a una experiencia traumática. O puede ser un modo de volver a infligirse el dolor experimentado en el pasado, expresando la rabia al respecto o intentando obtener control sobre él.

¿Qué puede ocurrirles a las personas que se cortan?

A pesar de que cortarse puede brindar cierto alivio temporal con respecto a sentimientos terribles, incluso las personas que se cortan coinciden en que no es una buena forma obtener ese alivio. Por el siguiente motivo: el alivio no es duradero. Los problemas que desencadenaron la conducta de cortarse siguen ahí: simplemente se ocultan.
Las personas no suelen tener la intención de lastimarse irreparablemente cuando se cortan. Y tampoco suelen querer seguir cortándose cuando empiezan a hacerlo. Pero ambas cosas pueden ocurrir. Es posible calcular mal la profundidad de un corte, haciéndolo tan profundo que requiera puntos (o, en casos extremos, hospitalización). Los cortes pueden infectarse si una persona utiliza instrumentos no estériles o sucios para cortarse, como navajas, tijeras, alfileres o incluso el borde afilado de la lengüeta de una lata de refresco.
La mayoría de las personas que se cortan no intenta suicidarse. Cortarse suele ser el intento de una persona de sentirse mejor, no de ponerle fin a todo. Aunque algunas personas que se cortan también intentan suicidarse, eso obedece a problemas emocionales y al sufrimiento que subyacen al deseo de autolesionarse, no al hecho de cortarse en sí.
Cortarse puede dar lugar a un hábito. Y se puede convertir en una conducta compulsiva, lo que significa que, cuanto más se corta una persona, más necesidad siente de hacerlo. El cerebro empieza a asociar la falsa sensación de alivio de las emociones negativas al acto de cortarse, y ansía ese alivio la siguiente vez que se acrecienta la tensión. Cuando cortarse se convierte en una conducta compulsiva, puede parecer imposible ponerle fin. Por lo tanto, cortarse puede parecer casi como una adicción, donde el impulso de cortarse parece demasiado difícil de resistir. Una conducta que empieza como un intento de sentir que tienes más control puede acabar controlándote por completo.

¿Cómo empieza uno a cortarse?

Cortarse suele empezar por impulso. No es algo que la persona se plantee larga y tendidamente antes de hacerlo. Shauna afirma lo siguiente: "Comienza cuando te sucede algo que te afecta mucho y no sabes cómo hablar sobre ello ni qué hacer. Pero no puedes desconectar de esa sensación y tu cuerpo se engancha al sufrimiento emocional. Sin darte cuenta, empiezas a cortarte. Y entonces, de algún modo, estás en otro lugar. La próxima vez en que te vuelves sentir fatal por algo, lo vuelves a intentar y, poco a poco, se acaba convirtiendo en un hábito".
Natalie, una alumna que acaba de empezar la enseñanza secundaria superior y que empezó a cortarse, explica que era una forma de desconectarse de unos sentimientos de rechazo e impotencia que sentía que no podía soportar. "Al principio, no lo consideré algo malo, solo era mi forma de escaparme de cosas que me hacían sentir francamente mal. No obstante, supongo que una parte de mí debía de saber que estaba haciendo algo malo, porque siempre lo ocultaba. Una vez un amigo me preguntó si me cortaba y yo le mentí. Me daba vergüenza".
A veces, las heridas que una persona se inflige a sí misma afectan a su imagen corporal. Jen dice lo siguiente: "A mí me gustaba el aspecto que tenían los cortes que me hacía. Me sentía mal cuando empezaban a curarse, y volvía a cortarme para 'renovármelos'. Ahora comprendo que esto parece una locura, pero en aquel momento me parecía absolutamente razonable. Aquellos cortes me importaban mucho, eran algo sobre mí que solo sabía yo. Eran como mi propia forma de controlar las cosas. Ya he dejado de cortarme, pero ahora tengo que apechugar con las cicatrices que me quedaron".
No se puede obligar a una persona que se autolesione a dejar de hacerlo. No sirve de nada enfadarse mucho con un amigo porque se corta, rechazarlo, darle un sermón o rogarle que deje de hacerlo. Por el contrario, a un amigo que se corta hay que hacerle saber lo mucho que te importa, que merece estar sano y ser feliz y que nadie tiene que afrontar sus problemas a solas.

¿Presión social para cortarse?

Los jóvenes que se autolesionan suelen tener graves problemas emocionales. Muchos se esfuerzan sobremanera para superar esos problemas tan difíciles. A ellos les cuesta creer que haya adolescentes que se cortan solo porque consideran que es una forma de parecer duros y rebeldes.
Tia probó a cortarse porque un par de chicas de su centro de estudios lo hacían. "Parecía que, si yo no lo hacía, ellas pensarían que me daba miedo o algo parecido. De modo que me corté una vez. Pero entonces pensé en lo débil que había sido haciéndome aquello sin ningún motivo. La próxima vez que me lo pidieron les dije: 'no, gracias, eso no va conmigo'."
Si un amigo te sugiere que pruebes a cortarte, dile lo que piensas. ¿Por qué dejarse llevar para hacer algo que sabes que no es bueno para ti? Hay muchas otras formas de expresar quién eres.
Lindsay llevaba tres años cortándose debido a los malos tratos que había recibido cuando era niña. Ahora tiene 16 años y lleva más de un año sin cortarse. "Me siento orgullosa -comenta Lindsay-. Por eso, cuando escucho a otras chicas hablar de eso como lo que está de moda, me molesta muchísimo."

Pedir ayuda
Existen mejores formas de afrontar los problemas que cortarse, formas más saludables y duraderas que no dejan cicatrices físicas ni emocionales. El primer paso es obtener ayuda para resolver los problemas que desencadenan la conducta de cortarse. He aquí algunas ideas útiles:

  1. Explícaselo a alguien. Las personas que han dejado de cortarse suelen decir que el primer paso es el más complicado: admitir que uno se corta o hablar con alguien sobre el tema. Pero también afirman que después de abrirse y hablar sobre ello, experimentaron una gran sensación de alivio. Elige a alguien de confianza para hablar por primera vez de que te cortas (uno de tus padres, un orientador de tu centro de estudios, un profesor, un entrenador, un médico o un enfermero). Si te resulta demasiado difícil hablar directamente sobre el tema, escríbelo en un papel.
  2. Identifica el problema que desencadena la conducta de cortarte. Cortarse es una forma de reaccionar ante la tensión o el dolor emocionales. Intenta averiguar qué sentimientos o situaciones te provocan esa conducta. ¿El enfado? ¿La presión a ser perfecto? ¿Un problema relacional? ¿Una situación traumática o una pérdida dolorosa? ¿Las críticas destructivas o los malos tratos? Identifica los problemas que tienes y luego explícaselos a alguien. A muchas personas les resulta muy difícil averiguar esta parte por si solas. Es entonces cuando los profesionales de la salud mental pueden ser de gran ayuda.
  3. Pide ayuda. Cuéntale a alguien que necesitas ayuda para resolver tanto tus problemas como la conducta de cortarte. Si la persona con quien hablas no te ayuda a encontrar la ayuda que necesitas, habla con alguien más. En ocasiones, los adultos intentan minimizar los problemas que tienen los adolescentes o consideran que solo se trata de algo pasajero. Si tienes esa sensación tras hablar con un adulto, acude a otro (como un orientador o un enfermero de tu centro de estudios) que seguro que te echará una mano.
  4. Ocúpate del problema. La mayoría de personas que experimentan angustias o dolores emocionales profundos necesitan trabajar con un terapeuta o profesional de salud mental para elaborar sus sentimientos, sanar las heridas del pasado y aprender mejores maneras de afrontar las tensiones de la vida. Una forma de encontrar un buen profesional de salud mental o terapeuta es pedir información a tu médico, tu centro de estudios o una clínica de salud mental de tu localidad.
A pesar de que cortarse puede ser un hábito difícil de romper, es posible acabar con él. El hecho de que una persona busque ayuda profesional para superar un problema no significa que sea débil ni que esté loca. Los terapeutas se han formado para ayudar a las personas a encontrar en su interior los puntos fuertes que les permitirán sanar. Posteriormente, podrán utilizar esos puntos fuertes para afrontar otros problemas que les plantee la vida de una forma saludable.